Blogia
el_destino_del_iscariote

Viaje a Madrid: la infinitud de lo pequeño.

El día 12 se produjo en Madrid una manifestación (bueno, concentración) de estudiantes y docentes de filosofía para protestar por la práctica supresión de esta asignatura en los planes de estudio de la LOE para primaria y secundaria.

En una serie de post os voy a relatar cómo viví yo ese viaje.

El autobús salía a las 5 de la mañana por lo que decidimos pasar la noche en Murcia esperando. Decidimos tomarnos algo en un café, Ítaca, y preparar el día: cantos, coros y demás parafernalia manifestística.

Después, nos fuimos al conocido "parque de los perros" para tomarnos unos litros. Yo tomé horchata, porque la ceveza no me gusta. Y también me comí un par de helados. Aprovecho para recomendar el nuevo helado de Frigo, en su oferta de "Magnum 5 Sentidos", concretamente el olfato. Riquísimo.

El autobús salió a las 5 más o menos. La gente estaba muy cansada, pero mi hora de acostarme es equivalente a la hora de levantarse para el resto del mundo, así que estaba bastante despejado.

Mientras mi amiga Cristina intentaba dormir apoyada en mi hombro, yo miraba por la ventada.

Me invadío un gran sentimiento de paz.

Miraba por la ventana del autobús. El cristal, empañado por el frío exterior, me obligaba a mojar mi mano para limpiarlo. No me importó lo más mínimo. Lo que estaba viendo lo merecía.

Veía a través del cristal el mundo. ¿Sólo eso?, dirán algunos. Pues sí, ni más ni menos que el mundo.

Y me preguntaba qué importancia tiene este mundo. Me sentía minúsculo, pequeño, en comparacion con el cosmos. Somos poco más que una pequeña partícula de polvo en el interespacio.

Muchas carreteras, autovías, casas, tendidos eléctricos... Nada. No somos nada.

Y me preguntaba cómo puede haber personas que ante tamaña enormidad, ante el absoluto que el universo nos presenta, quieren creer que somos seres importantes, privilegiados, creados, fruto de un deseo de un dios y además su máxima creación, por la que se creó todo lo demás.

Y no pude menos que pensar cuán grande es la ignorancia en esta pequeña región del espacio.

¿Alguna vez os habéis sentido tan pequeños que no hay nada que pueda significar realmente algo para vosotros?

¿Alguna vez habéis tenido la sensación de que no importa nada, que en la inmensidad del tiempo lo que ocurra en este pequeño planeta es como un pestañeo en la historia del mundo?

Y si es así, ¿a qué esperáis para comentarme algo?

6 comentarios

juan -

dodgson.

boenvenido, sientete como en casa.

no, filosofo no soy, soy studiante de matematicas.
pero la filosofia siempre ha sido mi carrera frustrada.

matematicas... a que sorprende?

Dodgson -

Caramba, eres filósofo. Lamento profundamente la liquidación del aprendizaje de esa disciplina en los estudios de bachillerato.

Espero sinceramente equivocarme, pero así como ganamos el anterior intento de liquidación, perderemos este.

Yo ya he firmado todo lo firmable. A ver.

elhermitaño -

Comparto tu visión, amigo.

Ese sentimiento de insignificancia al mirar a las estrellas me llama mucho la atención. ¿Sentirían lo mismo los primitivos hombres, en las cavernas? ¿Mirarían al cielo diciéndose "no soy nada en comparación con todo esto"?

Me gustaría pensar que alguno de los jefes de gobierno, peces gordos con corbata y Mercedes, ricachones con el banco supurando billetes y futbolistas con salario diario millonario echasen un vistazo hacia arriba y se dieran cuenta que todo su dinero, que todos los ceros de su cuenta corriente no tienen ningun valor real. No son más que jeroglíficos burocráticos destinados a alejarnos de nuestra esencia.

Ché, que ojalá todo el mundo tuviera ese momento de lucidez de que tú has disfrutado.

Saludos.

juan -

lo siento, muad_did (buen libro, dune).
nunca he tenido un "yo" capitalista, ni me suelo sentar con un refresco de cola ante la tele.

y de verdad, siento que eso que tu lamas sentimiento de anarquia es algo que ya forma parte de mi... desde hace tiempo.

muad_did -

Tranquilo! no te preocupes que es pasajero! deja pasar unos dias, apoltronate frente al televisor con una cocacola y ese sentimiento anarquista desaparecera para volver a encontrarte con tu adorado "yo" capitalista, insensible y egoista que tan bien se adapta a nuestra impersonal sociedad.

control_zape -

A mí también me llega el mismo pensamiento cuando hago viajes entre varias ciudades en camión. Supongo que al observar el paisaje y los pueblitos por los que uno va pasando es normal que el provincialismo de considerar el pedacito cotidiano de espacio de uno como lo único que existe se desvanezca dando lugar a una percepción más "oceánica" y real del entorno de uno.

saludos cordiales, juan